El pasado sábado 27, nuestro colaborador, compañero, pero sobre todo amigo, Enrique Lillo Alarcón, presentaba en el incomparable marco del Ateneo de Madrid su último libro titulado “Aquellas locuras manchegas”, escrito en colaboración con Isabel Sánchez Duque.
Enrique Lillo, Ingeniero Industrial de profesión, actualmente ya jubilado, e Historiador por afición y vocación, aunque nacido en Ceuta, por sus raíces familiares se siente conquense, concretamente de Mota del Cuervo, tierra por la que derrocha un profundo amor que le ha llevado a estar continuamente investigando sobre sus orígenes e historia. Asiduo investigador tanto en la Biblioteca Nacional como en el Archivo Histórico Nacional, a lo largo de los últimos años ha ido recopilando interesantísimos datos que le han servido para escribir tanto su último libro como todos los anteriores, lo que hace que todos ellos sean un referente incuestionable para futuros investigadores.
Aquellas locuras manchegas, es un libro que recoge, rescata, como el propio Enrique apunta, cinco historias verdaderas sacadas de los legajos del AHN por sus autores. Cinco historias que se desarrollan en el marco de la Mancha Santiaguista, cuna de la Orden de Santiago que se funda en Uclés. En estos cinco relatos, con cierto aire hilarante a los ojos del lector actual, pero de auténtica bellaquería e importancia en el siglo XVI, época en la que están datados los hechos, aparecen personajes tan dispares y curiosos como los “ensabanados” de Socuéllamos, un hidalgo que se enfrenta a espada con su deudor, una sirvienta ultrajada o un presbítero hidalgo. Entretenido, divertido, y como siempre, absolutamente ilustrador. No desvelaremos el entramado de estas peripecias, porque es su más que recomendable lectura, la que debe ser la encargada de descubrirlas.
En el acto del Ateneo, presentado por Daniel Pacheco, director del Ateneo de la sección de Farmacia, se encontraba también la otra autora del libro, Isabel Sánchez Duque, arqueóloga e historiadora, que trabaja en turismo de Pedro Muñoz. Estuvieron acompañados a su vez por José Carlos Delgado, enólogo y propietario de Bodegas Hermanos Delgado de Socuéllamos; Alejandro Rubin, canciller y vicepresidente ejecutivo de la Orden del Camino de Santiago, la fundación no gubernamental mayor del mundo, con 1.500 damas y caballeros en 36 países, presidente de Asicotur, asociación para fomentar turismo, y Fernando Magro, del Ateneo de Madrid.
Una jornada de reflexión profundizando en las raíces manchegas de una gran parte de nuestra provincia, rodeados de amigos en torno a la riqueza cultural que nos ofrece Cuenca y la Mancha y sus habitantes. SIN LUGAR A DUDA, UNA PUESTA EN VALOR DE LA EXCELENCIA QUE PUEDE OFRECER NUESTRA TIERRA.
Texto: Ana Martínez