La Opinión de Cuenca

Magazine semanal de análisis y opinión

Autónomos y Pymes, solución para el desarrollo rural


Continúa la sangría de nuestra economía rural. Con el nuevo inicio del ciclo económico los pueblos se vuelven a quedar vacíos. Personas mayores que hasta que pueden siguen realizando las tareas del campo, pensionistas, y algunos autónomos que en muchas ocasiones desarrollan su actividad en las grandes ciudades desplazándose a diario.

Este es el panorama desde hace algunas décadas, y que lejos de cambiar se continua acentuando con el paso de los años.

Se sigue vaciando el campo con cada vez más casas vacías en los pueblos que se convierten en refugio de plagas como palomas y roedores. 

Nuestros gobernantes se limitan a ofrecer algunos puestos de trabajo en los planes de empleo públicos que lo único que resuelven es proporcionar una renta básica que solo genera adormecimiento de la población con cada vez menos ánimo para dinamizar, crear, generar o proporcionar riqueza auténtica para la sociedad.

El sector primario, que sigue teniendo un peso importante, se va deprimiendo por la falta de rentabilidad y las dificultades que tiene en sí mismo junto a las originadas por nuestros políticos que solo piensan en su seguridad personal.

Al igual que en los cascos urbanos en el campo están apareciendo plagas cada vez más preocupantes como consecuencia la desidia y abandono de las infraestructuras rurales (caminos, acequias, taludes de las grandes vías que nos atraviesan, montes, antiguas canteras ya sin explotar, casas de labor abandonadas …) además del falso concepto ecologista que considera un error la limpieza de cauces y otros espacios y elementos del campo porque “hay que dejar a la naturaleza que se desarrolle de forma salvaje”. Así está pasando y es la auténtica causa de la cada vez más intensa proliferación de incendios que originan verdaderas catástrofes.

El fuego controlado de maleza que era una de las prácticas de los agricultores de siempre mantenía el campo limpio. Hoy hasta la caza se critica y todo ello está dando lugar a cada vez más problemas como la actual Plaga de Conejos que la administración no quiere reconocer y está terminando de expulsar a los agricultores. 

Parece que se quiso “mejorar el medio” con la suelta de conejos híbridos resistentes a todo y mucho más voraces que el autóctono. Esto querría favorecer el desarrollo de la población de águilas que también introdujeron. Pues el resultado de la intervención de esos políticos y técnicos medioambientales desde los despachos ha sido el campo que hoy tenemos. Aquí en el corazón de La Mancha en concreto solo han conseguido desplazar especies tan importantes como la Perdiz Roja, la Liebre y seguro que otra fauna inferior menos conocida. Y por supuesto que terminarán desplazando por completo al agricultor que cada vez tiene mayores dificultades para sobrevivir con los problemas que se le han originado. Y ello cuando no terminan de entender nuestros políticos y técnicos desde el despacho con el aire acondicionado que precisamente el agricultor es la mejor solución a los problemas que el campo padece. Y es que no paran de establecer normas y leyes que cada vez perjudican más.

Y es que el dinero que viene de Europa para desarrollo rural lo destinan a cuestiones más políticas y generadoras de votos, y a otros fines que debieran cubrirse con los presupuestos generales. Ello en lugar de ayudar a autónomos (incluidos los del campo) y Pymes para que trabajen y se desarrollen con sus actividades originando trabajo estable y duradero que realmente mejoren y hagan atractivo nuestro medio rural.

Cómo estarán implantándose las políticas de desarrollo que predican, que cada día siguen desapareciendo autónomos y sus trabajadores al igual que los de las pymes por la falta de rentabilidad en sus actividades. A día de hoy hacerse autónomo en nuestra tierra es una proeza y casi temerario pensando en un futuro próspero.

Luego la solución que están dando es clara, quien se queda en los pueblos sobrevive con los trabajos subsidiados del ayuntamiento y con el “movimiento” justo para pagar menos impuestos (que cada día son más insoportables). Y así nos va en la España Vaciada donde se sigue diciendo que baja el paro y realmente no se encuentran trabajadores, aunque la realidad es una falsa economía basada en puestos públicos y gente subsidiada que prefieren eso a “jugársela” haciéndose autónomos o creando riqueza con una pequeña empresa que difícilmente va a ser capaz de prosperar con las líneas de actuación de nuestros administradores.

Esa sería la solución, más autónomos, más pymes, y más apoyo real a quien conoce el medio rural y por ello lo gestionará mejor que lo hacen desde los despachos pensando solo en el voto que les asegure seguir “apoltronados” en la ciudad con la calefacción y el aire acondicionado, aunque sea a las temperaturas establecidas por este gobierno intervencionista. Al fin y al cabo siguen siendo más confortables que las heladas diarias en invierno o los calores abrasadores del verano en el campo, pues los agricultores de mi tierra  (y supongo que de todos los sitios) siguen estando más tiempo fuera que dentro del tractor como dicen algunos.


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