Puede parecer una broma, pero es verdad. En el pleno provincial de julio de 2022, Chana presumió sin rubor y me respondió directamente: “pregunte usted a compañeros de otras diputaciones a ver qué les parece que ADIF por primera vez en la historia financie servicios e inversiones; la mayoría de sus compañeros, cuando estuve en La Palma en la Conferencia de Presidentes, alucinan de que ADIF por primera vez en este país haga algo parecido”. Chana se jactaba así de que ADIF suprimiese el servicio de tren convencional porque a cambio le regalaban una bolsa de caramelos. El que no se consuela es porque no quiere.
Casi un año y medio después del infausto anuncio en noviembre de 2021, el jueves 2 de marzo de 2023 se publicó en el BOE el acuerdo del Consejo de Ministros que decreta la clausura del tramo ferroviario entre Tarancón y Utiel y su exclusión de la Red Ferroviaria de Interés General. No olvidemos que, en realidad, ADIF ya abandonó de facto la línea con la excusa de Filomena en enero de 2021 sin absolutamente ninguna justificación real. Y, como burla final, ADIF argumenta que “ninguna administración ha manifestado su voluntad de asumir financiación para la gestión de la línea”; lo mismo se pensaban que Doménech desde Huete o Arteche desde Carboneras estaban echando cuentas para soportar la infraestructura desde las arcas municipales. Se intentan reír de nosotros.
Este último hito supone el certificado de defunción del único tren de la provincia de Cuenca, liquidado por la constelación de administraciones socialistas que nos asola, y en connivencia con la parte de Unidas Podemos del Gobierno central. En el célebre western de John Ford, nadie sabía quién había matado al canalla Liberty Valance, pero aquí sí: Darío Dolz, Álvaro Martínez Chana, José Luis Martínez Guijarro y, en última instancia, Yolanda Díaz y Pedro Sánchez pasan a la historia -triste mérito- como responsables de la muerte del tren conquense. Veremos si las diferentes acciones judiciales abiertas consiguen paralizar este inútil sacrificio; esa era la esperanza que sobrevolaba en el plante del martes pasado en la Plaza de España y bajo el lema Por amor a Cuenca.
No nos cansaremos de recordar la ignominia: un tren convencional clausurado en el Año Europeo del Ferrocarril y con 24.200 millones de euros en el Ministerio de Transportes para inversión en este medio de transporte. Menuda legislatura para dicho ministerio, que en fechas recientes ha inducido las dimisiones del presidente de Renfe y de la secretaria de Estado de Transportes para tapar la hemorragia de los trenes que no caben en los puentes de Cantabria.
Mientras tanto, han optado por la mirada cortoplacista del transporte gratuito de forma indiscriminada para maquillar el dato de inflación en vez de fomentar inversiones de futuro que vertebren el territorio. Las inversiones se focalizan en Cataluña, donde se ha anunciado una obra prioritaria con presupuesto inicial de 1.200 millones de euros para soterramiento de solo 5 kilómetros de vías en L’Hospitalet de Llobregat. Sin ánimo de establecer comparativas, qué triste que los socialistas “alineados” sigan esgrimiendo, en este contexto inversor, el coste de electrificación de la línea como excusa para su supresión.
Aquí, a verlas venir, tres botones de muestra. Uno: el trayecto sustitutorio en autobús entre Aranjuez y Tarancón tiene una duración de una hora y veinte minutos cuando en el denostado tren eran cincuenta minutos. Dos: Albacete y Alcázar de San Juan presumen de sus próximos puertos secos a pesar de que la línea recta entre Madrid y Valencia pasa por Cuenca y bastante lejos de Albacete. Tres: el nuevo presidente de ADIF ya ha anunciado la intención de potenciar el AVE sin paradas intermedias, lo que amenaza la parada en Cuenca.
Y la guinda del pastel: la humillación socialista de dar publicidad a la limpieza de unos terrenos en el núcleo urbano de Cuenca que ADIF siempre debía haber cuidado. ADIF y el POSE de Cuenca nos están diciendo que suprimen un transporte digno, pero a cambio nos obsequian con un erial impoluto. Otra vez Chana, en el pleno de noviembre de 2022: “esto es muy típico de los conquenses; nos tienen envidia en otros territorios, pero veo que hay conquenses que siguen con la misma filosofía de siempre, la de la queja perpetua, la del agravio”. Puede parecer una broma, pero es verdad.