La Opinión de Cuenca

Magazine semanal de análisis y opinión

El peligro de los líderes


La historia se repite continuamente y la humanidad vuelve a cometer los mismos errores. Es cosa que denominamos “la condición humana”. La figura del “líder” con sus luces y sus sombras, pero que existe de todas las facetas y ámbitos de la vida. En ocasiones lo es para bien, pero en demasiadas otras suele ser causa del mal.

Vivimos en los últimos días el claro ejemplo de lo que un líder y el seguidismo que las sociedades hacen de él puede ser capaz de perpetrar. Se le aclama, se le ensalza, y casi que se le “endiosa”. Esto es lo que convierte a estos personajes cada vez en más peligrosos.

Cómo puede “el pueblo”, la gente llana que trabaja, que suele realizar su paso por este mundo sin salir de la pobreza, el desasosiego, o las calamidades en muchos casos, mantener su fe en personajes que con los recursos generados con su sacrificio diario hacen todo tipo de abusos, injusticias, manipulaciones y hasta guerras que terminan con la vida de muchas personas.

Pues este es el mundo que pisamos, en el que nos dejamos llevar por los iluminados sin percibir que en muchas ocasiones estamos creando “un monstruo” que nos terminará devorando. Lo ha sido en numerosos casos de dictadores que les levantó el pueblo como posibles salvadores y terminaron devorando a sus propias bases una vez que se les ha entregado todo el poder. El egoísmo, la soberbia, el afán de protagonismo junto con los recursos sin límite que se ponen a su disposición hacen de estos personajes un total y absoluto peligro para las sociedades que encabezan.

Y repito que es un fenómeno que se produce a gran escala, en la política estamos viviendo ahora los desmanes de un dictador como Putin que fue aclamado inicialmente por sus ciudadanos y poco a poco se ha ido blindando para hacer y deshacer a su antojo en una carrera que lo que menos persigue es el bienestar de sus gobernados.

Pues del mismo modo en cualquier ámbito tenemos a personajes que, salvando las distancias, las sociedades hastiadas de problemas y dificultades, se echan en sus manos esperando el milagro de que les haga la vida más fácil.

En el medio rural en el que vive una gran parte de la población de Castilla La Mancha son muchos los ejemplos vividos. Sin ir más lejos en las cooperativas agrarias que como herramienta son fundamentales para el desarrollo del campo, se han producido auténticos desastres y abusos arruinando la vida de sus socios. Gerentes, Presidentes, u otras figuras necesarias para la gestión, han llevado a cabo proyectos inviables fruto de esas mentes enajenadas por el poder y la posibilidad de alcanzar cualquier objetivo con los recursos que se ponen a su disposición. O también en muchos casos después de la labor de ganarse la confianza de los socios con las promesas de asegurarles mejoras en los precios de sus cosechas, aprovechan realmente para lograr un enriquecimiento ilícito que cuando predicaban para alcanzar el cargo era lo que criticaban que estaban haciendo sus predecesores que se quería desplazar.

Lo mismo suele suceder en otro tipo de estructuras como el mundo financiero, que en el medio rural durante muchos años pudo tener un papel importante bajo la figura de cajas regionales o comarcales, que desde el objetivo inicial de ayudar al desarrollo y a la población más débil, terminaron con proyectos “lunáticos” como el Aeropuerto de Ciudad Real y otras muchas locuras y enriquecimientos que dejaron un agujero de nueve mil millones de euros, pero sobre todo sin aquella estructura cercana y eficiente para el ciudadano que inicialmente era el objetivo.

Igualmente las entidades cooperativas financieras como las cajas rurales que terminaron en las manos de líderes sin escrúpulos que las pusieron a disposición de sus intereses personales o de otros que sin estar dentro siempre manejaron al directivo de turno en beneficio de sus empresas. La consecuencia siempre la misma, estructuras esquilmadas por unos cuantos y a través del líder, y la base social perdiendo sus ahorros y la posibilidad de continuar el desarrollo de su comarca.

Cuantos ayuntamientos se han endeudado “hasta las cejas” consecuencia de proyectos millonarios sin sentido realizados bajo la enajenación del líder de turno, en ocasiones solo por la cualidad humana de querer ser recordado y ensalzado en el futuro. Y es que la posibilidad de manejar recursos que no son propios casi sin límite tiene mucho peligro al menos en esas personas sin escrúpulos, narcisistas, y faltos de la racionalidad.

También el fanatismo ideológico da lugar a individuos de estas características que con palabrería se ganan a las masas para acceder al poder y después actuar sin cortapisas convirtiéndose en auténticos autócratas.

Y éste es uno de los males que limitan el desarrollo de las zonas rurales en cuestión. Demasiada confianza y poco control sobre estos líderes que en nada se parece lo que predican y lo que hacen cuando tienen el poder.

Por ello siempre hay que sospechar y sobre todo controlar a quienes tienen esas características de líder pues puede ser aprovechada de forma positiva o puede terminar absolutamente con todo.


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