Y llega la noche con su tez oscura,
su pálida caricia y su descanso;
su silencio paseo por la calle vacía
bajo la tenue luz del pensamiento
y la risca enhiesta que me defiende
del abismo mismo de los años.
¡Ah, me llega la noche con su sueño
dando sentido! Las letras se amontonan
y juegan, entre sombras, a amarse,
a mirarse, a tocarse sin apenas rozarse,
divagando el sentido de la vida
cuando ya la resta es mayor que la suma.
Llega la noche sin hacer ruido
mientras camino casi dormido
buscándome entre aquellas pisadas,
aquellos bolsillos rotos, aquellos desvaríos,
que como niebla, una tarde de otoño,
nublaron la felicidad más pura.
Llega la noche a la pequeña ciudad
donde parece avanzar la tristeza;
donde la eterna belleza se adultera
con la pobreza mezquina y obscena...
La noche llega también para la musa
de aquellos poetas que la adornaron.
¿Hasta cuándo, pregunto desvalido,
seguirá sin estrella el cáliz vacío?
¿Cuándo se oirá el trino del mirlo,
con su aroma a silencio en la ribera,
y el agua vuelva a ser clara y cristalina
como el brillo del amor correspondido?
¡Ah, como dice la respuesta...así sea!
soñadorderiscaspintandosueños